jueves, 30 de agosto de 2007

La muerte - الموت

al-mawt. Hay que ver lo que la gente quería a Paco Umbral, ¿eh, mamá? Después de lo que le pasó se volvió un malasombra, pero mira a la gente, mira a esas multitudes tras las vallas con libros suyos bajo el brazo y entonando cánticos en su honor mientras esperan al féretro… Hijo mío, pareces tonto: se ha muerto un jugador del Sevilla con 22 años…

Pues qué quieres que te diga: me gusta el fútbol, me gustaba Puerta y se me ponen los pelos de punta al ver en la tele a tantísimas personas emocionándose a la vez, pero poco más. Yo, como Amélie con la muerte de Diana. ¿Hay que comulgar con este tipo de catarsis gregarias que idolatran a la juventud y amplifican las cosas hasta rozar el ridículo? Que sí, que es muy triste, pero que en el fondo ni fu ni fa; y aprovecho para decir que me la trae floja si hoy se hermanan o no «las aficiones de la capital hispalense» o si mañana les da por enemistarse otra vez por la infantilada del infantil de turno, hale. La pastilla, Ramón, la pastilla, que te salen espumarajos por la boca, hijico… Sí, gracias, mamá…

Yo por mi parte apagaré la tele, prenderé fuego a los periódicos y me marcaré un homenaje personal releyendo Mortal y rosa: el libro triste, oscuro y precioso que escribió Umbral cuando se le murió su hijo pequeño de leucemia a los 6 años. Que también tuvo muy mala suerte este hombre: después de lo de su hijo no se le fue ya nunca la mala leche, luego va a un programa y no hablan de su libro, ahora se muere y le roban protagonismo… No, hombre, no, ya está bien…


Sólo encontré una verdad en la vida, hijo, y eras tú. Sólo encontré una verdad en la vida y la he perdido. Vivo de llorarte en la noche con lágrimas que queman la oscuridad. Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre. Tus ojos cuajaban el azul del cielo. Tu pelo doraba la calidad del día. Lo que queda después de ti, hijo, es un universo fluctuante, sin consistencia, como dicen que es Júpiter, una vaguedad nauseabunda de veranos e inviernos, una promiscuidad de sol y sexo, de tiempo y muerte, a través de todo lo cual vago solamente porque desconozco el gesto que hay que hacer para morirse. Si no, haría ese gesto y nada más. Qué estúpida la plenitud del día. ¿A quién engaña este cielo azul, este mediodía con risas? ¿Para quién se ha urdido esta inmensa mentira de meses soleados y campos verdes? ¿Por qué este vano rodeo de la muerte por las costas de la primavera? El sol es sórdido y el día resplandece de puro inútil, alumbra de puro vacío, y en el cabeceo del mundo bajo un viento banal sólo veo la obcecación vegetal de la vida, su torpeza de planta ciega. El universo se rige siempre por la persistencia, nunca por la inteligencia. No tiene otra ley que la persistencia. Sólo el tedio mueve las nubes en el cielo y las olas en el mar.

domingo, 26 de agosto de 2007

La oliva - Die Olive

Este sábado estuvimos otra vez en Cieza. Apoteósico, señores. La liamos en el Campeonato Mundial de Lanzamiento de Hueso de Oliva. Como ya dejé dicho en la entrada anterior, la plusmarca mundial de todos los tiempos, únicamente al alcance de unos pocos elegidos, es de 21,32 m. Sólo se miden los lanzamientos de más de 10 m que no hayan salido del huesódromo, y cuenta donde queda el hueso al final, no donde da el primer bote. Ahí van un par de fotos y un vídeo de mis más que honrosos 11,46 m. Lástima que mi primer intento, más largo, fuera nulo por pisar la raya…


P.D.: Qué grande es la peli de La vida de los otros (o Das Leben der Anderen, como prefiráis). ¿La habéis visto? Todavía me dio más penica verla porque me enteré de que el protagonista, el de los ojos azules, murió hace menos de un mes.

P.P.D.: Por cierto, las citas del margen derecho ya olían de puro rancio, así que las he cambiado.

miércoles, 22 de agosto de 2007

El folclore - Фольклор

Desde hace dos años voy de intérprete voluntario a un festival internacional de folclore que se celebra a finales de agosto en la insigne ciudad de los chitos: Cieza. El año pasado fui con un grupo del Punyab, muy amables todos pero no había dios que consiguiera que llegaran a tiempo a comer, a cenar o a salir al escenario. Este año el grupo que me ha tocado venía de Uzbekistán, eran muy profesionales y me lo he pasado genial con ellos. Hablaban ruso (lengua eslava) y uzbeco (lengua túrcica), las chicas eran lolitas preciosas y me he enamorado de dos cosas: del gritito que daban mientras bailaban (en el vídeo se oye en el segundo 0:06) y de una niña de 10 años llamada Maftuna (si alguna vez tengo una hija, tendrá que ser como ella). Aquí podéis ver un desfile por Cieza y al Johnny remedando el grito uzbeco:


También había un grupo de la isla de Pascua, todos cuadrados, todos grillados y ninguno verdaderamente oriundo de Rapa Nui. Miento. Dani, el Hombre Árbol, sí es auténtico: fue él el indígena que acompañó a Quitín Muñoz en su intento de llegar a tierra firme desde la isla de Pascua. ¿No habéis visto el documental? Ahí van unas fotos de este fin de semana:

P.D.: El fin de semana que viene también me acercaré a Cieza, al concurso de lanzamiento de hueso de oliva chafá. El récord está en 21,32 m, así que habrá que practicar y calentar antes con unas cuantas cervecillas… Quién sabe si el 28 de septiembre, cuando se lleven el concurso al Oktoberfest de Múnich y lo llamen Olivenkernweitspuckwettbewerb, estaremos allí también…

P.P.D.: Y aún tengo que publicar algunas cosas más de Marruecos…

viernes, 10 de agosto de 2007

The faculty - الكلية

al-kulliyya. As some of you—the cleverer and smarter only, of course—may have noticed by now, this exceptional post in English will be entirely devoted to the kulliya people, that odd bunch of few brave men and many women that happened to meet at, of all places, the University of Rabat. I assume that several of them, those intrepid by nature, those who occasionally visit this web and wade through my unbelievably beautiful prose trying to make some sense out of it, will be grateful.

Hi guys! How are you coping with what’s left of your non-Moroccan summer? I have plenty of reasons to be quite annoyed. Can you believe I felt like going to the bathroom once back in Spain and found no hole in the ground but a perfectly clean toilet bowl? Bloody hell, what on Earth is happening to our decadent Europe? Now even soft, scented toilet paper is available? Come on! Boy I miss my holes…

Moreover, to top it all, two days ago I walked into a commercial center to buy the new Editors’ album. Hello, ma’am, I might intend this album to be mine, I said politely. And then it happened. I must admit I was pretty shocked at the shop assistant’s answer. I can’t recall exactly but she said something like You want to pay with cash? As you will surely understand I couldn’t but stare in awe and mutter slowly:

—But I… I…, you know, I… want to haggle…
—Pardon?
—I said I’d like to… I… I want to haggle.
—I beg your pardon, say again?
—No haggling?
—I don’t quite understand. I think I don’t, I’m afraid…
—I want to haggle, for Christ’s sake, you moron!
—Hey, young boy, where’s the point in…
—Shut up, you European, arrogant woman! I want to haggle! And you know what? I’m only paying in
(Shubbaki-like, slow pace) diiiir-haaaams!

That’s exactly when I got kicked out of the place. That was rude, if you ask me… And if truth be known I wasn’t lying about the dirhams—I found out I’m not as good as James Din at making new Moroccan money-changing friends everywhere I go…

By the way, no doubt about it, I guess you all rushed frantically at your computers as soon as you arrived home, eager to download those two immortal Arabic hits (two hits, therefore hitayn) we learned of in Rabat. Just in case you haven’t found them, here they are for you to listen and download:

Fayrouzdownload
Acţini an-nayy
أعطني الناي


Marcel Khalifedownload
Wa'anā amši
وأنا أمشي

As Luisa put it, Morocco, what a feeling… I miss you, guys. Finally, here are some pictures for your own personal enjoyment. Just click on the picture below and you’ll be kindly redirected.

sábado, 4 de agosto de 2007

La visita - الزيارة

az-ziyāra. Ha sido llegar de Marruecos tras un mes de relativa entereza y sobriedad, y liarla ya el mismo día. Aquí esta la foto que lo prueba. En fin…

A lo que vamos. Allá por el día 20 de julio aparecieron dos murcianos por Rabat. El primero, de nombre Pacorro, como buen fisioterapeuta es muy dado a tocar y a hacer gestos escatológicos (ese sonido y esa mano…), por lo que fue un milagro que no acabara o bien lapidado por las buenas gentes marroquíes o bien abofeteado por la no menos buena Yoli, que sufrió impertérrita durante dos días el mayor acoso y derribo que jamás vieron los siglos. Me río yo de César y del sitio de Alesia. El segundo, de nombre Agustín, en un inefable ejemplo de mímesis y adaptación al medio merecedor sin duda de gran albórbola y mayor aplauso, consiguió dos cosas: imbuirse del más excelso espíritu marroquí a través de su rostro bigotudo; y que, por la calle, la gente pensara con toda naturalidad que era un nativo que nos hacía de guía por el país y le hablaran directamente en dialecto.

Vimos un poco de Rabat el mismo día que llegaron, pero a la mañana siguiente nos marchamos en tren hasta Fez. Lo mejor fue perderse por la medina: 15 km de callejuelas estrechas atestadas de tiendas, gente y burros (o te apartas o te pisan, así de claro). Tampoco estuvieron mal las vistas de la ciudad desde las montañas de alrededor al ir en taxi hasta el hotel: kilómetros de casas y minaretes extendidos por la cima de una montaña alargada, como una ciudad construida hace siglos en el lomo de una ballena. Como la Alhambra multiplicada por seis. Al final, cenamos como sultanes en una terraza elevada y, en una sabia decisión que demuestra nuestra capacidad de ahorrar (y otras cosas también), dormimos los cinco que íbamos en una habitación de dos.

A la mañana siguiente, salimos hacia Mequínez, pero no vimos mucho: dimos un paseo por el zoco y nos marchamos en grand taxi hacia Mulay Idrís. Tras comer en este pueblecito y darnos una vuelta bajo una temperatura de 45ºC, caminamos 4 kilómetros hasta llegar a las ruinas de la ciudad romana de Volúbilis. Yo creo que mereció la pena: las ruinas están bastante descuidadas pero son muy tremendas, con una basílica, mosaicos, columnas y arcos perfectamente conservados. Como si sobre Segóbriga cayeran siglos de maleza, polvo y abandono, todo muy romántico y decadente.

El álbum que cuelgo ahora es un batiburrillo de fotos mías, de Sara, de Agustín y de Paco. En esta ocasión he decidido poner nada más y nada menos que 99 fotos. Con un par. Espero que las miréis con tranquilidad veraniega y las paladeéis con fruición:


P.D.: He cambiado otra vez la apariencia de los márgenes de la página. En primer lugar, he puesto un dibujo a Pilot de un artista excepcional: se trata de un creador de primer orden, rayano en el genio, injusta e incomprensiblemente ignorado por la crítica.

P.P.D.: Después, como me he puesto tierno al ver las fotos de Marruecos, he puesto estas dos canciones nuevas:
  • The weight of the world (The Editors)
    Hoy he oído esta canción por segunda vez y me ha gustado tanto que repito grupo. Qué jefes. Cuando el tío empieza a cantar

    You touch my face,
    God whispers in my ear,
    There are tears in my eyes…
    Love replaces fear…

    se le ponen a uno de pollo y entran unas ganas locas de acariciar o morder una espalda de piel suave.


  • Follow the leader (Matthew Ryan)
    No se trata, como alguno habrá pensado, del funesto ritmillo pachanguero, sino de una de las canciones más tristes del mundo. Además, el tío parece que ha cenado rabo de toro antes de cantarla.
P.P.P.D.: Aprovecho también para ofreceros la oportunidad de votar en la encuesta que está llevando a cabo el poeta de Zeneta en su blog: ¿se afeitará el Capitán Tilde su bigote al volver de Marruecos?

jueves, 2 de agosto de 2007

La deuda - الدَين

ad-dayn. Mensaje rápido para, como diría de Prada, las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan:

  • he llegado vivo a Murcia esta misma mañana;
  • todavía llevo el bigote;
  • casi me inflo a palos con el dueño de un restaurante en Marrakech;
  • poco faltó para que nos echaran a patadas de la residencia de Rabat con un día de antelación;
  • no he tenido acceso a Internet estos últimos días en Rabat; y
  • saldaré mi deuda poniendo más cosas durante el mes de agosto.
Como ahora me voy a descansar a la playica y hasta el lunes no pondré cosas nuevas, os endilgo de momento un vídeo chupi de la plaza más famosa de Marrakech. No es gran cosa, pero se oyen de fondo las trompetas de los encantadores de serpientes y, al final, se ve el minarete de la Kutubiya. Además, qué coño, que me jugué el tipo para sacarlo esquivando a los coches y a los motoristas salvajes… Ahí va: