lunes, 1 de septiembre de 2008

El lujo - Der Luxus

En una familia con cuatro Ramones, el santo es más importante que los cumpleaños. Ayer celebré San Ramón Nonato en un avión, brindando con espumoso seco en algún punto entre Colonia y Alicante.

  • Velocidad de crucero: 800 km/h
  • Altura del vuelo: 12.000 metros
  • Temperatura exterior: -54°C.
Tras el segundo sorbo, una amable señorita se acercó y me dijo: Ihr Toblerone kommt sofort; y creí ver la luz.

5 comentarios:

Chexpirit dijo...

Como cuando llegábamos corriendo del colegio y tocábamos el botón del ascensor diciendo PRIMER!!!!
Pues eso que soy el primero en decirte que aquí se ha armao la de God is christ por un avioncico de Spanair, así que no vengas recochineando lo bien que ha ido tu vuelo porque hay gente que se puede sentir ofendida.
XD

Ángel dijo...

Nur ein Wort:

Wunderbar!

Alejandra dijo...

Yo soy de las que aplauden cuando el avión aterriza correctamente, la que más aplaude, en concreto. Después de veinte años cogiendo avioncitos y siendo una de mis herramientas de trabajo, como para no aplaudir y pegar saltos hasta el techo.
Bienvenido y bienhallado.

Anónimo dijo...

Chaval, estás en camino para convencerte en un sibarita.

¡Enhorabuena! Ahora sí, se acabó la mortadela y la empanadilla con ensaladilla, espero que estés seguro del paso que vas a dar... No admite vuelta atrás. Otros lo intentamos y nos quedamos en un submundo en el que el aperitivo incluye olivas con chocolate negro.

K dijo...

Si celebras así los santos a los veintiocho... quiero estar en la celebración a los cincuenta.

Hale, pues felicidades o lo que toque, Roque.